Nacimiento de Madre Clelia, 10 de marzo
Pero los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas, despliegan alas como las águilas; corren y no se agotan, avanzan y no se fatigan. (Isaias 40, 31)
En este año jubilar de la esperanza, la Beata Clelia nos ayuda a «confiar y esperar contra toda esperanza en el poder del Corazón de Jesús», especialmente cuando nos sentimos desanimados, temerosos y cuando afrontamos tentaciones. (Mg., II pp. 142)
Día 1: 7 de marzo
Esperanza ante el desánimo
Cuando te sientas así afligida o como abandonada, no te desanimes, más bien recuerda, en estos momentos, que cerca de ti está el Dios de las consolaciones, con Jesús, que te amó hasta morir por tu amor y te mira con suave y paterna expresión de afecto; cercano a ti está el Espíritu Santo, el verdadero Consolador de las almas; hay una Providencia más que maternal que te ama y te quiere mucho. Deseo ardientemente que estos pensamientos consuelen tu corazón. (Mg., I, p.2)
Oración
Te alabo, oh, Padre Misericordioso, porque has revelado a los pequeños los tesoros infinitos del Corazón de tu Hijo. Te pido que, por intercesión de la Beata Clelia Merloni, abandonada totalmente en el Corazón de Jesús, fervorosa en la caridad, paciente en la adversidad y heroica en el perdón, yo pueda obtener la gracia que ahora te pido.
(Pausa)
Sagrado Corazon de Jesús, En Ti confío.
Día 2: 8 de marzo
Esperanza frente al temor
Procura conservar la paz y la tranquilidad de tu corazón. Deja rugir y rebotar las olas alrededor de tu barca y no tengas miedo; porque Dios está ahí y, por lo tanto la salud y la santidad. (Mp., p.120)
Oración
Te alabo, oh, Padre Misericordioso, porque has revelado a los pequeños los tesoros infinitos del Corazón de tu Hijo. Te pido que, por intercesión de la Beata Clelia Merloni, abandonada totalmente en el Corazón de Jesús, fervorosa en la caridad, paciente en la adversidad y heroica en el perdón, yo pueda obtener la gracia que ahora te pido.
(Pausa)
Sagrado Corazon de Jesús, En Ti confío.
Día 3: 9 de marzo
Esperanza ante las tentaciones
Dios nos ve en las luchas, en las tentaciones, en las pruebas de la vida, y está presente para sostenernos, para ayudarnos, para consolarnos y premiarnos si somos fieles y constantes en rezar y combatir hasta que hayamos obtenido la victoria. Dios nos ve en todo instante, en todo tiempo, en todo lugar. (Mg., I, p. 89)
Oración
Te alabo, oh, Padre Misericordioso, porque has revelado a los pequeños los tesoros infinitos del Corazón de tu Hijo. Te pido que, por intercesión de la Beata Clelia Merloni, abandonada totalmente en el Corazón de Jesús, fervorosa en la caridad, paciente en la adversidad y heroica en el perdón, yo pueda obtener la gracia que ahora te pido.
(Pausa)
Sagrado Corazon de Jesús, En Ti confío.
Fiesta de la Madre Clelia, 20 de noviembre
1° Día – 11 de noviembre
La Beata Clelia Merloni es la Fundadora del Instituto de las Apóstoles del Sagrado Corazón de Jesús, una mujer de grandes ideales y un corazón dilatado por el amor, como lo demuestra la siguiente ofrenda:
“Yo Hermana Clelia Merloni prometo a nuestro Señor Jesucristo ofrecerme cada mañana en unión a sus Santas llagas, al Divino Padre para la salvación del mundo entero, y para el bien y perfeccionamiento de mi Instituto. Lo adoraré en todos los corazones que lo reciban en la Santísima Eucaristía, le agradezco el dignarse a descender en tantos corazones tan poco preparados”. (Diario, p. 225)
Oración: Oh Dios, que concediste a la Beata Clelia, virgen, la gracia de reconocer en el Corazón de tu Hijo la fuente de la caridad y del perdón, concédenos, por su intercesión y ejemplo, testimoniar en el mundo tu ternura por los pequeños y humildes. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, en la unidad del Espíritu Santo. Amén.
2° Día – 12 de noviembre
La Beata Clelia Merloni es una mujer de Oración y Fe que amaba profundamente al Sagrado Corazón de Jesús, que lo imitó en la Humildad y la Caridad de manera heroica y pide que todos vivamos estas virtudes para ser imitadores del Señor.
“Siento en mí una necesidad grande de oración, de silencio, de recogimiento, de lecturas espirituales, para alimentar mi pobre espíritu, pero sobre todo siento mucha hambre de Jesús”. (Diario, p. 81)
Oración: Oh Dios, que concediste a la Beata Clelia, virgen, la gracia de reconocer en el Corazón de tu Hijo la fuente de la caridad y del perdón, concédenos, por su intercesión y ejemplo, testimoniar en el mundo tu ternura por los pequeños y humildes. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, en la unidad del Espíritu Santo. Amén.
3° Día – 13 de noviembre
La Beata Clelia Merloni es la mujer del perdón. Esta definición pone de relieve el estilo de vida de una mujer que, como “Discípula y Apóstol”, aprendió en la “Escuela” del Corazón de Cristo, el único y verdadero Maestro, a perdonar siempre.
“Jesús me susurra en el alma que las obras son el lenguaje del corazón; que por los frutos y no por las hojas se conoce la bondad de una planta. Él no solo quiere que yo perdone de corazón todos los agravios recibidos por mis ofensores, sino que procure hacer todo el bien que me es posible y especialmente que rece mucho por ellos, que los compadezca, los disculpe, y les desee la parte de su gloria en el Cielo”. (Diario, pp. 191-192)
Oración: Oh Dios, que concediste a la Beata Clelia, virgen, la gracia de reconocer en el Corazón de tu Hijo la fuente de la caridad y del perdón, concédenos, por su intercesión y ejemplo, testimoniar en el mundo tu ternura por los pequeños y humildes. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, en la unidad del Espíritu Santo. Amén.
4° Día – 14 de noviembre
La Beata Clelia Merloni es la mujer que, con inmensa valentía, eligió seguir a Cristo, recorriendo el camino de la humildad, consciente de que eligiendo este camino habría elegido humillaciones, aniquilamientos, persecuciones e incomprensiones de todo tipo. Sabía que este camino ya había sido recorrido por el “Hijo del Hombre”.
“Tú, oh Jesús, precede mis pasos, y haz que yo jamás me niegue a recorrer tus caminos ya por ti, oh Jesús, trazados para mí”. (Diario, pp. 133-134)
Oración: Oh Dios, que concediste a la Beata Clelia, virgen, la gracia de reconocer en el Corazón de tu Hijo la fuente de la caridad y del perdón, concédenos, por su intercesión y ejemplo, testimoniar en el mundo tu ternura por los pequeños y humildes. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, en la unidad del Espíritu Santo. Amén.
5° Día – 15 de noviembre
La Beata Clelia Merloni era una mujer que vivía en la presencia de Dios y todo lo que hacía lo hacía con amor y dedicación, porque se sentía bajo la mirada amorosa del Padre que ama a sus hijos y se alegra con la práctica del bien.
“Grabémonos profundamente en el corazón esta verdad fundamental: dondequiera que estemos Dios está presente. Él está observando todas nuestras intenciones y acciones y nada escapa a su mirada escrutadora, ni un pensamiento y ni siquiera los más íntimos secretos del corazón, que le son abiertamente manifestados. (…) ¡Dios nos ve! ¡Qué estímulo y qué consuelo para practicar la virtud!” (Un Corazón nos ama, Vol. 1, Libro 5, Carta 6, p. 159)
Oración: Oh Dios, que concediste a la Beata Clelia, virgen, la gracia de reconocer en el Corazón de tu Hijo la fuente de la caridad y del perdón, concédenos, por su intercesión y ejemplo, testimoniar en el mundo tu ternura por los pequeños y humildes. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, en la unidad del Espíritu Santo. Amén.
6° Día – 16 de noviembre
La Beata Clelia Merloni sabe que los opuestos encuentran la armonía perfecta. Conoce los límites de su naturaleza, pero no teme escalar las altas cumbres para encontrarse con el Amado de su vida. Sabe que no está sola; Él camina con ella, o mejor dicho, es Él quien prepara su mochila para el viaje y su ajuar para el “matrimonio”.
“Jesús quiere que yo me vista con las vestiduras nuevas, que me ha preparado su amor. Él me hará el ajuar, yo no tendré más que aceptarlo de sus Santísimas Manos; sobre todo me quiere dar un método especial de humildad, de intensa humildad. Cuando Él quiera entretenerse con mi pobre alma, esta debe vestirse de humildad como quiere Dios de mí. Aquí está el sentido del modo con el que debo vestirme: Todo en mí debe ser animado por el espíritu de humildad.” (Diario, p. 185)
Oración: Oh Dios, que concediste a la Beata Clelia, virgen, la gracia de reconocer en el Corazón de tu Hijo la fuente de la caridad y del perdón, concédenos, por su intercesión y ejemplo, testimoniar en el mundo tu ternura por los pequeños y humildes. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, en la unidad del Espíritu Santo. Amén.
7° Día – 17 de noviembre
La Beata Clelia Merloni sabe que en su “mochila” para el viaje debe llevar las “herramientas” necesarias para recorrer el camino de la ascesis que la preparará para el encuentro con el Esposo deseado: la fe, la oración, la Eucaristía, el Rosario, las mortificaciones, el despojo de sí, la renuncia, la abnegación, el abandono total a la Providencia y a la voluntad de Dios.
“Hoy tuve la inspiración de tener los ojos fijos en Dios, cuanto más el alma es llamada a seguirlo de cerca, más debe mortificarse. El perfecto despojamiento es la condición más necesaria para ofrecerse a Dios. Una cosa de la que se despoja, se la deja y no se la retoma más, es necesario dejar las costumbres defectuosas, como se deja un hábito gastado que no se lo usa más.” (Diario, p. 185)
Oración: Oh Dios, que concediste a la Beata Clelia, virgen, la gracia de reconocer en el Corazón de tu Hijo la fuente de la caridad y del perdón, concédenos, por su intercesión y ejemplo, testimoniar en el mundo tu ternura por los pequeños y humildes. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, en la unidad del Espíritu Santo. Amén.
8° Día – 18 de noviembre
La Beata Clelia Merloni sabía que dar su vida por la conversión y la salvación de los pecadores le costaría un precio muy alto; tendría que luchar con las “fuerzas visibles e invisibles” mencionadas en el Diario; sabía que, además de enfrentarse con su propia naturaleza humana, tendría que luchar con el enemigo de la Cruz de Cristo, que no quiere que las almas se salven.
“Arrecien incluso los vientos de las tentaciones, surjan incluso todos mis enemigos visibles e invisibles, pero yo estando abrazada contigo a la Cruz, más nada temeré.” (Diario, p. 153)
Oración: Oh Dios, que concediste a la Beata Clelia, virgen, la gracia de reconocer en el Corazón de tu Hijo la fuente de la caridad y del perdón, concédenos, por su intercesión y ejemplo, testimoniar en el mundo tu ternura por los pequeños y humildes. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, en la unidad del Espíritu Santo. Amén.
9° Día – 19 de noviembre
La Beata Clelia Merloni es una mujer que amó profundamente al Sagrado Corazón de Jesús. Este Corazón se convirtió en su fuente de inspiración y modelo a seguir. En aquella corona de espinas, veía cuánto debía identificarse con su Amado y tomar sobre sí la parte de sufrimiento que el Señor le había reservado para participar primero en su Cruz y después en su Gloria. En el Corazón de Jesús, vio también el ejemplo de cuánto y cómo tenía que ofrecerse por el bien de sus hermanos y hermanas.
“Vencerse a sí mismo es el decreto de los Santos. Este es el camino que Dios me ha trazado, la vía estrecha, el amor por las humillaciones y por las cruces, el espíritu de generosidad, de sacrificio, la muerte a todo lo que no es Dios y que no guía mi alma hacia Él directamente.” (Diario, p. 111)
Oración: Oh Dios, que concediste a la Beata Clelia, virgen, la gracia de reconocer en el Corazón de tu Hijo la fuente de la caridad y del perdón, concédenos, por su intercesión y ejemplo, testimoniar en el mundo tu ternura por los pequeños y humildes. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, en la unidad del Espíritu Santo. Amén.